Más de 60 militantes del Partido Socialista, la mayoría excargos institucionales, se han adherido a un manifiesto en el que se pide la dimisión de la Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE así como la convocatoria de un congreso extraordinario.
Todo ello después de asegurar que el partido afronta un periodo de «debilidad», en especial, después de los últimos resultados electorales en la provincia. Y aunque se manifiestan conscientes de que existe «un componente coyuntural que no pretendemos ni ignorar ni que determine nuestro posicionamiento, mostramos nuestra desazón ante el estado de debilidad del partido en Málaga y la necesidad de actuar antes de que la situación derive en insustancial».
En el documento presentado, advierten, además, de que «las casas del pueblo están cerradas, la militancia ha sido sustituida por la decisión de los notables, las agrupaciones locales -lo poco que queda de ella- están abandonadas, desanimadas y controladas de manera clientelar».
Por ello, entre otras cosas que también señalan en el manifiesto, se muestran convencidos de que están a tiempo de revertir la situación, por lo que piden la «dimisión de la comisión ejecutiva provincial del PSOE de Málaga y la convocatoria de un congreso provincial extraordinario que dote a la organización de un órgano de dirección representativo, capaz de integrar en lo interno, y con el pulso, el músculo y la inteligencia suficientes para proyectar la aspiración del PSOE de volver a ser vanguardia y referente para los sectores progresistas de la sociedad malagueña».
FIRMANTES
Entre las personas que han firmado el manifiesto hay numerosos rondeños como los exconcejales Maripaz Aguilar, Antonio Aranda, Pepa Becerra, Antonio Lasanta, Paco Márquez, Alberto Orozco o Luis Ramírez, así como los exalcaldes Juan Benítez y Juan Fraile, quien también fue expresidente de la Diputación de Málaga.